Bomberos amarillos: el cuerpo de emergencias cambia de color


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Los Bombers de la Generalitat estrenan este miércoles 1 de marzo los nuevos equipos de protección individual (EPI). En sentido más coloquial: cambian de uniforme. Desde el 2003, para todas las intervenciones -salvo en los incendios forestales- visten traje de color burdeos, de un granate pálido. A partir de ahora, el ciudadano los verá enfundados en una vestimenta de color mostaza. Los bomberos de la Generalitat ya no son rojos, son amarillos.

Se trata de un color que ya identifica desde hace años a bomberos de cuerpos tan arquetípicos como el de la ciudad de New York. Aunque la decisión que ha tomado la dirección general de Prevenció i Extinció d’Incencis i Salvaments (DGPEIS) poco o nada tiene que ver con la voluntad de renunciar a un color con el que se les ha identificado durante la última década. Obedece a una cuestión más pragmática: las fibras naturales del tejido escogido para confeccionar los nuevos trajes es de este color, más caqui, y renunciar a tintarlos equivale a ahorrarse una cantidad de dinero no despreciable.

Anna Martín, subdirectora general técnica, ha explicado que el contrato que se ha adjudicado a la empresa que ha ganado el concurso público para abastecer a los bomberos -Elis Manomatic- es de 8 años con opción a 4 más. El presupuesto invertido asciende a 7.803.587,66 euros. Es un programa de ‘renting’ que incluye el mantenimiento de las prendas -y su lavado- durante los 8 años. En total son 4.225 unidades que usarán tanto el cuerpo de profesionales como el de voluntarios.

MÁS PROTECCIÓN, MÁS COMODIDAD

Martín ha explicado que el nuevo traje es más resistente contra las llamas, aguanta mejor la temperatura, facilita la transpiración, se adapta mejor a los movimientos del cuerpo y pesa menos. En definitiva, son equipos que protegen mejor a profesionales que tienen encomendado un trabajo de riesgo. Treinta bomberos hicieron pruebas con modelos distintos «y el que obtuvo mejor puntuación es este», ha subrayado Martín.

El tejido está formado por tres capas distintas. La más superficial (PBI Matrix), la que confiere el nuevo color al vestido, es ignífuga y está tejida a partir de una estructura de malla reticular. La del medio (Crosstech Airlock Gore-tex) tiene unas pequeñas esferas que crean una cámara de aire decisiva para contrarrestar los cambios térmicos. La más interior (Nomex Delta C) es el forro que nota el bombero y que le aporta una comodidad necesaria para situaciones que exigen un alto grado de movilidad.

DISEÑO CONJUNTO

Una comisión formada por representantes del cuerpo, de la dirección general y de delegados sindicales lleva «años» trabajando en el diseño de este traje, destaca Martín. La empresa de confección ha incorporado detalles solicitados por el grupo de trabajo, como la anilla posterior, cuyo objetivo es facilitar el arrastre de un bombero herido, que no existe en los equipos de ningún otro cuerpo.